Tengo una cita con un chatbot

Estaba en Nubar, un café elegante cerca de la Plaza Harvard, para reunirme con David, con quien había mantenido correspondencia por internet. Parecía el hombre perfecto: un profesor recién jubilado, de unos 70 años, que creció en Brooklyn, que impartió clases de psicología y ciencias sociales en Nueva York, California y Massachusetts, divorciado y con…