Lo que él no me contó
Dos semanas después de conocernos por internet, vino a verme. Lo llevé al único lugar de la ciudad donde sabía que preparaban sándwiches de queso a la parrilla, su gusto culposo preferido. Acabamos en el mismo lado del gabinete para poder ver las elecciones presidenciales en el televisor de la barra. En el viaje de…