Esta terapia psicodélica no necesita drogas, solo que respires
Las instrucciones eran sencillas: acostados en catres y con antifaces para evitar la luz, los participantes debían respirar profundamente desde el vientre sin pausa, al ritmo de una música acelerada que retumbaba en los altavoces. El ejercicio, les dijeron, podía inducirles un estado alterado de consciencia tan profundo que, a veces, los que respiraban lo…