La mayoría de las fotos están ligeramente descoloridas. El crecimiento del cabello más tupido. Algunas muestran frenillos. Viejos amigos. Poses clásicas de grupos de sororidad y amores universitarios. Togas y birretes. Quejas sobre pantalones de mezclilla ajustados y otras tendencias desaparecidas.
Estos días, las historias de Instagram de todo el mundo han estado repletas de instantáneas nostálgicas de idealismo juvenil —la semana pasada había habido al menos 3,6 millones de compartidos, según un representante de Meta— ya que los usuarios publican fotos en respuesta a la instrucción: “Todos participen. Vamos a verte a los 21”.
La primera publicación provenía de Damian Ruff, un empleado de Whole Foods de 43 años radicado en Mesa, Arizona. El 23 de enero, Ruff compartió la imagen de un viaje familiar a México, en el que portaba un pequeño sombrero y bebía una cerveza Dos Equis. Ruff contó en una entrevista que su madre le envió la foto. Fue la primera vez que compartieron una cerveza juntos después de que él cumplió 21 años.
“Las cosas no han cambiado tanto excepto por mi cabello canoso”, dijo. “Veo a esa persona y pienso: ‘Ay, eras tan niño y no tenías idea’”.
Ruff creó la plantilla de historia compartible con la foto —una función que Instagram presentó en 2021 pero amplió en diciembre— y vio cómo se popularizaba.
“La cantidad de personas que me han estado enviando mensajes y agregándome en Instagram de la nada, de todo el mundo, ha sido una locura”, dijo Ruff.