Tras sufrir una ruptura en octubre, James Nicholson se dio cuenta de que estaba en un momento de su vida en el que quería centrarse más en sí mismo que en otra persona, pero sin perder las ventajas de la intimidad romántica.
Hacía malabares con el trabajo y el dolor por la pérdida de un familiar, a la vez que criaba a un hijo de 14 años con su exesposa. Así que Nicholson, residente del Bronx de 46 años, decidió embarcarse en un viaje de poliamor en solitario. Para Nicholson, eso significó salir con varias personas a la vez, sin intención de avanzar una relación hasta la cima.
“Estoy abierto a conectar con otros, pero puede que no sea solo con una persona”, dijo en una entrevista telefónica. “Realmente depende de cómo se alineen las agendas”.
Es difícil pasar por alto el creciente interés que suscitan en estos días el poliamor y la no monogamia ética, el término de moda para referirse a tener múltiples relaciones románticas. El 2024 ha comenzado con una serie de artículos sobre el tema en diversas publicaciones que arrojan luz sobre esta práctica y estilo de vida.
Pero entre todos los tipos de poliamor —las “triejas”, las “polículas” o las “parejas de anidación”—, existe otra categoría que todavía desconcierta a muchos: el poliamor solitario, o tener relaciones íntimas en simultáneo manteniendo tu independencia. Para el polisolitario, el objetivo oficial no es una pareja exclusiva, un matrimonio ni compartir finanzas o vivienda con alguien.
El concepto se vuelve un poco menos confuso cuando desglosas el término. ¿Solitario? Te concentras sobre todo en lo que tú necesitas. ¿Poli? Te interesa ver a varias personas a la vez. Los detalles concretos variarán de una persona a otra.