Conforme la aventura de Taylor Swift en la NFL comenzaba en el juego de los Jefes de Kansas City contra los Osos de Chicago el 24 de septiembre, la reacción del equipo de transmisión de la cadena Fox (y de gran parte del mundo de la NFL en general) se vio resumida por Erin Andrews, una reportera veterana en el campo.
“Necesitamos calmarnos” dijo Andrews poco después de que Travis Kelce anotó en la segunda mitad del partido.
La comentarista dijo eso como un guiño a una de las canciones de Swift (“You Need to Calm Down” que se traduce como “Necesitas calmarte”), pero también reconoció lo fascinados que estaban ella y sus colegas de tener a la estrella de pop más popular del mundo en el estadio Arrowhead para presenciar la participación de su nueva pareja, Kelce, con los Jefes. Greg Olsen, el analista principal en la transmisión, incluso presumió que Swift en alguna ocasión le había dado me gusta a uno de sus tuits.
Aunque la presencia de Swift hizo crecer mucho la audiencia de los juegos de los Jefes (Nielsen Media Research estimó que dos millones de mujeres más vieron el partido de Kansas City del 1 de octubre), algunas reacciones negativas eran inevitables. Swift bromeó sobre “hacer enojar a algunos papás y fanáticos del futbol americano” en el perfil en la edición de la revista Time que la nombra persona del año, pero la cantante se quedó sin frases ingeniosas (y expresiones faciales) cuando el comediante Jo Koy, en una desastrosa participación como conductor de los Globos de Oro, dijo: “¿Cuál es la gran diferencia entre los Globos de Oro y la NFL? En los Globos de Oro, las cámaras enfocan menos a Taylor Swift”.