¿Cuál es el siguiente paso en la carrera de Monica Lewinsky, la exbecaria de la Casa Blanca convertida en activista contra el acoso escolar, escritora y productora? Modelar. Lewinsky es la estrella de una nueva campaña que la marca de moda Reformation presentó la semana pasada.
La campaña, intitulada “You’ve Got the Power” (El poder es tuyo), pretende promover no solo la marca, sino también el registro al padrón de votantes antes de las elecciones de 2024. Lewinsky, de 50 años, dijo a The New York Times que se sentía halagada, aunque un poco desconcertada, por haber sido elegida para el proyecto, que es —no por casualidad— el hito más reciente en su camino hacia la autoaceptación.
Lewinsky creció en Los Ángeles, una ciudad donde, según ella, la belleza se conseguía “con humo y espejos” y ella “no encajaba en el molde”. Era una chica castaña “regordeta” que, dijo en broma, tenía “pechos” de verdad.
Aunque Lewinsky dijo que le encantaba tener la oportunidad de lanzar “un recordatorio amable a las mujeres para que se inscriban en el censo electoral” con la campaña, no tardó en reconocer que el proyecto también apelaba a su vanidad. Lo vio como una forma de ganar “credibilidad ante una nueva generación”, dijo, y esperaba que la imagen cool de Reformation se le pegara de alguna manera.
“Aprovecho cualquier oportunidad para que la gente piense que soy cool”, comentó riendo por teléfono desde su casa en Los Ángeles. Desde que se dio a conocer la campaña, algunas personas en las redes sociales han dicho que es la primera vez que oyen hablar de Lewinsky; otras la han calificado de icono.