Eso nos deja solo las técnicas invasivas, como las punciones lumbares, o las que son costosas, como las tomografías PET. No es posible usar estos métodos para estudiar a grupos de muchas personas. “No están disponibles en todas partes”, explicó Bayat. “No están muy accesibles ni son muy adaptables”.
Sin embargo, un dispositivo GPS en el auto podría monitorear de manera casi continua y a bajo costo el comportamiento al volante, lo cual proporcionaría los llamados biomarcadores digitales. “Los estudios han demostrado que las personas que padecen alzhéimer sintomático cambian su manera de conducir”, comentó Bayat. “Pero algunos cambios se presentan incluso antes”.
El estudio de la Universidad de Washington reclutó a 64 adultos mayores con alzhéimer en fase preclínica, según se determinó por medio de punciones lumbares (los participantes no recibieron los resultados) y 75 cuyo nivel cognitivo se consideró normal.
A lo largo de un año, los investigadores estudiaron el comportamiento de ambos grupos al volante —con qué frecuencia aceleraban o frenaban de manera repentina, si excedían el límite de velocidad o manejaban muy por debajo de él, si hacían movimientos bruscos— y su “perfil de conducción” (cantidad de recorridos, distancia promedio, destinos inusuales, recorridos en la noche). “Solo ahora, porque contamos con esta tecnología, podemos hacer este tipo de investigaciones”, señaló Bayat.
En el estudio se descubrió que el comportamiento al volante y la edad podrían predecir el alzhéimer en fase preclínica un 88 por ciento del tiempo. Es posible que esos hallazgos incentiven reclutamientos para pruebas clínicas y permitan que se pueda hacer algo —como hacer sonar alguna alarma cuando el auto se desvía— a fin de ayudar a que los conductores se mantengan en su camino. En áreas en las que no hay un buen transporte público (la mayoría), eso podría contribuir con la independencia de las personas mayores.
Jason Karlawish, geriatra y codirector del Centro de Investigación sobre la Memoria de Pensilvania, calificó ese estudio como “provocativo” y bien diseñado. “Los resultados indican que monitorear un comportamiento importante a nivel cognitivo en el mundo real puede ayudar a detectar las señales más tempranas y sutiles de un deterioro cognitivo incipiente”, escribió en un correo electrónico.
De manera similar, en un estudio en el que se analizan los antecedentes clínicos y los informes crediticios de más de 80.000 beneficiarios de Medicare se demostró que era mucho más probable que las personas mayores que en algún momento eran diagnosticadas con alzhéimer se retrasaran en sus pagos de tarjetas de crédito que quienes pertenecían a una población parecida, pero que nunca recibieron ese diagnóstico. También era más probable que tuvieran evaluaciones crediticias de alto riesgo.